Hoy en Germinal Libros, la librería donde trabaja Ire, se hizo al mediodía un brindis para despedir el año y me invitaron a participar. Allí, no pudiendo con mi genio, me compré los que serán los últimos libros adquiridos este año. Imposible: donde hay libros soy un peligro!
Sí, fue una compra bizarra, si se quiere, un Barthes, dos libros que recupero de mi infancia y un libro sobre vida y costumbres de la Edad Media, y me traje el tomito dedicado a las artes de la guerra.
Las pilas de libros no leídos aún me atacan, me acechan, intento no crearme culpa al respecto.
Intentaré volver a hacer comentarios más suculentos sobre los libros que voy leyendo, tanto aquí como en mi otra bloga, Apuntes desde la buhardilla.
3 comentarios:
Señorita Gabby, le dejo un caluroso saludo de año nuevo ;)
Igualmente para usted Señorita Pela!
Todo lo bueno para vos!
A los nueve años recuerdo haberle dicho a mi mejor amiga que si ella me veia distinta era porque leer El Corsario Negro me habia cambiado la vida. Siemprelos senti mucho a los libros pero ese es el primer recuerdo consciente de reconocer a las palabras como esas fuerzas devastadoras que nunca jamás te dejan indemne. Y que por eso amo. Gracias por el recuerdo.
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